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REUNIÓN PRELIMINAR AL CONGRESO MV 403

Dos días antes de que se iniciara la sesión de la Asociación General, los dirigentes de la iglesia celebraron algunas reuniones extraoficiales previas al concilio. Ese grupo se reunió el domingo de noche, 31 de marzo. Al avanzar en sus deliberaciones, decidieron levantar la sesión hasta que pudiera celebrarse una reunión que fuese más ampliamente concurrida y en la cual Elena de White pudiera estar presente. MV 403.6

El lunes de tarde se reunió un grupo muy representativo en la biblioteca del colegio. Incluía al Comité de la Asociación General, a la Junta Directiva de las Misiones Extranjeras, a presidentes de las asociaciones y a dirigentes insti tucionales. El salón estaba lleno. El pastor Daniells llevó consigo a un secretario, Clarence C. Crisler; y el Dr. Kellogg llevó a su secretario privado para que informase sobre la reunión. Los registros de la reunión incluyen los informes según fueron transcriptos por ambos hombres, con algunas leves variaciones, comprensibles, en la fraseología. MV 403.7

La Sra. White había consentido en asistir y presentar a los hermanos algunos asuntos que le habían sido revelados. MV 404.1

Aunque el pastor Irwin era el presidente de la Asociación General, el pastor Daniells, que había venido recientemente de Australia, estaba presidiendo la sesión. En Australia él, con W. C. White, habían formado una Unión Asociación, vinculando las asociaciones locales en Australia en una organización efectiva. MV 404.2

Después de hacer una declaración introductoria y de contar acerca de una reunión que se había tenido por la mañana con Elena de White, en cuya ocasión ella había sido invitada a asistir a la reunión de la tarde, Daniells expresó su satisfacción de que estuviera presente y la invitó a hablar. Ella replicó: “No esperaba tomar la iniciativa en esta reunión. Pensé que dejaría que usted lo hiciera, y entonces, si tuviese alguna cosa que decir, la diría” (MS 43a, 1901). A esto Daniells replicó: “Bien, me pareció a mí (y creo que a todos los que conversamos con usted esta mañana) que habíamos hablado tanto como queríamos hasta que oyéramos de usted”. MV 404.3

Elena de White fue directamente al punto: MV 404.4

Preferiría no hablar hoy, aunque no porque no tenga nada que decir. Tengo algo para decir. MV 404.5

Algunos de los puntos que ella presentó fueron: MV 404.6

Nunca debiera la mente de un hombre o las mentes de unos pocos hombres ser consideradas como suficientes en sabiduría y poder como para controlar la obra y decir qué planes se seguirán. El peso de la obra en este amplio campo no debiera descansar sobre dos o tres hombres. No estamos alcanzando la alta norma que, con la verdad grande e importante que manejamos, Dios espera que alcancemos... MV 404.7

Debe haber un comité, no compuesto de media docena de hombres, sino de representantes de todas las líneas de nuestro trabajo, de nuestras casas publicadoras, de nuestras instituciones educativas, y de nuestros sanatorios, que están llenos de vida, que están constantemente trabajando, constantemente ampliándose (MS 43, 1901). MV 404.8

Ella preguntó por qué no se había hecho más para abrir nuevos campos incluso en Norteamérica. MV 404.9

Pasó de un punto a otro. Calificó como “despreciables a la vista de Dios, despreciables” (MS 43a, 1901), los reglamentos egoístas de algunos, que buscan aferrarse a [ventajas] financieras, particularmente en las casas publicadoras, que demandaban salarios altos. Pidió que haya hombres que “sean tan fieles a los principios como la brújula al polo” (MS 43, 1901). MV 404.10

Señaló que Dios no quería que la obra médica estuviese separada de la obra evangélica, que la obra médico-misionera fuese considerada la obra pionera, “el arado que abre el terreno”. Dijo que “Dios quiere que cada persona esté hombro a hombro con el Dr. Kellogg”. Se refirió a su trabajo en Chicago como lo había visto pocos días antes. Pasó a indicar que Kellogg debiera trabajar para alcanzar las clases elevadas y las adineradas. Sus palabras finales fueron para exaltar la Palabra de Dios. MV 405.1

Fue una reunión solemne. La Sra White había tratado asuntos que pesaban hondamente en su corazón, asuntos que afectaban el bien de la sesión de la Asociación General a punto de comenzar y el bien de la obra de la iglesia en general. Sus palabras señalaron el rumbo que debería seguir la Asociación General en su trabajo. La sesión, planeada para tres semanas completas, se iniciaba a la mañana siguiente. MV 405.2