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La visión de una gran destrucción CC 10

“En la mañana del viernes pasado, justamente antes de despertar, se presentó ante mí una escena sumamente impresionante. Me parecía que despertaba del sueño pero en un lugar que no era mi casa. Desde las ventanas contemplaba una terrible conflagración. Grandes bolas de fuego caían sobre las casas, y de ellas salían dardos encendidos que volaban en todas direcciones. Era imposible apagar los incendios que se producían, y muchos lugares estaban siendo destruidos. El terror de la gente era indescriptible” (El evangelismo, págs. 25, 26 [1906]). CC 10.1