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Un mundo no amonestado CSI 36

Hay una enorme tarea delante de nosotros, el trabajo final de dar el último mensaje de amonestación de Dios a un mundo pecador. ¿Pero qué hemos hecho para dar este mensaje? Les ruego que consideren los muchísimos lugares donde ni siquiera hemos entrado. Observen a nuestros obreros que continúan recorriendo el mismo camino mientras alrededor de ellos se halla un mundo descuidado, sumido en la corrupción y la impiedad: un mundo que aún no ha sido amonestado. Para mí este es un cuadro terrible. ¡Qué indiferencia más asombrosa manifestamos hacia las necesidades de un mundo que perece!—Testimonios para la Iglesia 7:102-103. CSI 36.2