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Hay que limpiar nuevos territorios CSI 510

Hay fuerzas que deberían empeñarse en limpiar nuevos territorios, y trabajar por establecer intereses nuevos y vivos dondequiera que se abra una puerta. Que los hermanos aprendan a hacer oraciones cortas y fervientes. Que aprendan a hablar acerca del Redentor del mundo, a levantar cada vez más en alto al Hombre del Calvario. Hay que trasplantar los árboles de nuestros viveros superpoblados. No se glorifica a Dios cuando se mantienen ventajas inmensas centralizadas en un solo lugar. Se necesitan administradores sabios a cargo de los viveros, que trasplanten los árboles a diferentes localidades y les proporcionen las ventajas necesarias dondequiera que puedan prosperar. Tenemos el deber ineludible de entrar en nuevas regiones. Llámense obreros poseídos de un verdadero celo misionero y envíeselos a difundir la luz y el conocimiento en territorios lejanos y cercanos. Que lleven consigo los principios vivientes de la reforma pro salud a comunidades que en gran medida ignoran lo que deben hacer. Que haya hombres y mujeres dispuestos a enseñar estos principios a las clases de personas que no gozan de la ventaja de contar con un gran sanatorio como el de Battle Creek en su comunidad. Es un hecho que la influencia del sanatorio ha llamado la atención de miles de personas a la verdad del cielo; sin embargo todavía hay que realizar una obra que ha sido descuidada. Nos anima ver el trabajo que se está realizando en Chicago y en varios otros lugares. Pero la gran responsabilidad que actualmente se concentra en Battle Creek, debería haberse distribuido hace años.—Health, philanthropic, and medical missionary work, (Salud, filantropía, y obra médica misionera) 49-50 (1895).*[Referencia para estudio adicional: (Testimonies for the Church 6:273-280), “Our Duty to the World”.] CSI 510.5