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Ansiedad de su familia CSI 527

El poderoso Sanador trabajaba tan incesantemente, tan intensamente—y con frecuencia sin comida—, que algunos de sus amigos temían que no pudiera soportar por mucho más tiempo la tensión constante. Sus hermanos oyeron eso, y también la acusación de los fariseos de que echaba a los demonios por medio del poder de Satanás. Sintieron profundamente el reproche que recibían por causa de su relación con Jesús. Decidieron que debía ser persuadido o constreñido a abandonar esa manera de trabajar, de modo que indujeron a María a unirse con ellos en su esfuerzo, porque pensaban que a través de su amor por ella podían convencerlo de que debía actuar con más prudencia. CSI 527.2

Jesús estaba enseñando a la gente cuando sus discípulos le llevaron el mensaje de que su madre y sus hermanos deseaban verlo. El sabía lo que había en sus corazones. Por eso les respondió: “¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre”. Mateo 12:48-50.*[The Review and Herald, 9 de junio de 1904.] CSI 527.3

La enemistad encendida en el corazón humano contra el Evangelio, fue sentida profundamente por el Hijo de Dios, y le resultaba más dolorosa en su hogar; porque su propio corazón se encontraba lleno de bondad y amor, y apreciaba una tierna consideración en las relaciones familiares. Pero sus hermanos, con sus conceptos restringidos, no podían apreciar plenamente la misión que vino a cumplir, y por lo tanto no podían simpatizar con él en sus pruebas. CSI 528.1