Go to full page →

Confinamiento en la escuela CSI 172

El sistema de educación que se ha llevado a cabo por generaciones ha sido dañino para la salud y aún para la misma vida. Muchos niños han pasado cinco horas cada día en aulas pobremente ventiladas, de dimensiones insuficientes para acomodar saludablemente a los estudiantes. El aire en tales aulas pronto se convierte en un veneno para los pulmones que lo respiran. CSI 172.2

Niños, cuyas extremidades y músculos no son fuertes, y cuyos cerebros están en desarrollo, han sido confinados entre paredes, lo que les ha causado gran daño. Muchos ya tienen una salud muy precaria. Estar confinados en las escuelas día tras día los hace nerviosos y enfermizos. Sus cuerpos están mal desarrollados debido a que su sistema nervioso está exhausto. Y si la lámpara de la vida se apaga, los padres y los maestros no consideran que tuvieron alguna influencia directa en apagar la chispa vital. CSI 172.3

Al pararse junto a la tumba de sus hijos, los afligidos padres consideran su sufrimiento como una dispensación especial de la Providencia, cuando, por inexcusable ignorancia, su propia conducta ha destruido la vida de sus niños. En tal condición, es una blasfemia culpar a Dios de su muerte. El quería que los pequeños vivieran y fueran disciplinados, que pudieran tener bellos caracteres y lo glorificaran en este mundo y lo alabaran en el mundo mejor.*[Testimonies for the Church 3:135-138.] CSI 172.4