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Cada obrero debe ser un productor CMC 282

Que todos se esfuercen valerosa y activamente por ahorrar antes que por gastar. Decid a los que están dispuestos a consumir sin producir: Es mi deber economizar en todo sentido. No puedo estimular la extravagancia. No puedo permitir que el dinero salga de mis manos para adquirir lo que no necesito. CMC 282.2

Desde el más encumbrado hasta el más humilde, los obreros de Dios deben aprender a economizar. Que cada uno se diga: Restringiré en mí mismo cualquier inclinación a gastar dinero en forma innecesaria. Que los que trabajan al servicio de Dios sean productores tanto como consumidores. Considerad la grandeza de la obra y restringid la inclinación no cristiana a gastar dinero para la gratificación personal. Tomad en cuenta el costo de aquello que deseáis comprar. CMC 282.3

Esto constituye una oportunidad excelente para que cada uno se conforme con su suerte y ocupe su lugar. Que todos traten de producir alguna cosa. Los que trabajan en la obra de Dios deberían estar dispuestos a ayudar cuandoquiera que su ayuda es necesaria. Deberían limitar sus gastos todo lo posible, porque llegará el momento cuando se necesitará cada dólar que se pueda conseguir para llevar adelante la obra del Señor. CMC 282.4

El empleo de ayudantes para los trabajos de adentro y de afuera es algo que requiere una cuidadosa consideración. Los administradores de nuestras instituciones deben ser cuidadosos y prudentes. No deberían contratar a un gran número de auxiliares a menos que esto constituya una necesidad real. Con frecuencia se cometen errores en este sentido. CMC 282.5