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La victoria sobre la codicia y la avaricia CMC 32

Los ricos deberían consagrar todo lo que tienen a Dios, y los que son santificados por medio de la verdad en cuerpo, alma y espíritu también dedicarán a Dios sus posesiones y se convertirán en instrumentos para alcanzar a otras almas. Por medio de su experiencia y ejemplo manifestarán que la gracia de Cristo tiene poder para vencer la codicia y la avaricia; y la persona adinerada que somete a Dios los bienes que le han sido confiados será reconocida como un mayordomo fiel, y podrá demostrar ante otros que cada peso que posee lleva la marca y el sello de Dios.—The Review and Herald, 19 de septiembre de 1893. CMC 32.2