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Expande el corazón y une con Cristo CMC 34

Las ofrendas de los pobres, dadas con abnegación para ayudar y extender la preciosa luz de la verdad salvadora, no sólo tendrán olor agradable para Dios y serán plenamente aceptadas por él como un donativo dedicado, sino que el mismo acto de dar expande el corazón del dador y lo une más plenamente con el Redentor del mundo. Él era rico pero por amor a nosotros se hizo pobre, para que por su pobreza nosotros fuésemos hechos ricos. Las sumas más pequeñas dadas con gozo por los que tienen recursos limitados, resultan plenamente aceptables para Dios, y aun de mayor valor que las ofrendas de los ricos quienes pueden dar miles de pesos sin ejercer abnegación y sin sentir necesidad.—The Review and Herald, 31 de octubre de 1878. CMC 34.2