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Un asunto serio CMC 90

Es un asunto serio utilizar mal los bienes del Señor, robarle a Dios; porque al hacerlo se pervierte la capacidad de percibir y el corazón se endurece. Cuán árida es la experiencia religiosa y cuán confusa es la comprensión del que no ama a Dios con amor puro y sin egoísmo, y del que falla, por lo tanto, en amar a su prójimo como a sí mismo... CMC 90.3

El gran día final revelará ante ellos y todo el universo el bien que habría podido hacerse si ellos no hubiesen seguido sus inclinaciones egoístas robando así a Dios en los diezmos y las ofrendas. Habrían podido colocar su tesoro en el banco del cielo y preservarlo en bolsas que no envejecen; pero en lugar de hacerlo, lo gastaron en ellos mismos y en sus hijos, y al parecer temían que el Señor recibiese algo de su dinero o su influencia, y de esta manera acarrearon sobre sí pérdida eterna. Piensen ellos en el resultado de retener lo que es de Dios. El siervo infiel que no puso a interés el dinero de su Señor, pierde una herencia eterna en el reino de gloria.—The Review and Herald, 22 de enero de 1895. CMC 91.1

Defraudar a Dios es el delito más grande que un hombre pueda cometer; y sin embargo este pecado está muy arraigado y extendido.—The Review and Herald, 13 de octubre de 1896. CMC 91.2