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No hay que profesar sino hacer CMC 135

Cuando los casos de todos pasen en revista delante de Dios, no se formulará esta pregunta: ¿Qué profesaron ellos?, sino estas otras: ¿Qué hicieron ellos? ¿Han sido ejecutores de la palabra? ¿Han vivido para sí mismos? ¿O bien se han ejercitado en obras de benevolencia y bondad, en amor, prefiriendo a los demás antes que a ellos mismos, y negándose a sí mismos a fin de poder bendecir a otros? CMC 135.1

Si el registro muestra que tal ha sido su vida, que sus caracteres están señalados por la ternura, la abnegación y la benevolencia, recibirán la bendita seguridad y bendición de Cristo: “Bien hecho”, y “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”. Mateo 25:34. CMC 135.2

Cristo ha sido afligido y herido por nuestro marcado amor propio e indiferencia ante las calamidades y las necesidades de los demás.—The Review and Herald, 13 de julio de 1886. CMC 135.3