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Las riquezas no son un rescate por el transgresor CMC 159

Todas las riquezas, aun las de los más opulentos, no bastan para ocultar el pecado más pequeño ante la vista de Dios. Ni la riqueza ni el intelecto serán aceptados como rescate por el transgresor. El arrepentimiento, la verdadera humildad, un corazón contrito y un espíritu quebrantado, es lo único que será aceptable a Dios. CMC 159.1

En nuestras iglesias hay muchos que deberían dar cuantiosas ofrendas, y no contentarse con presentar una porción escasa a Aquel que ha hecho tanto por ellos. Están recibiendo bendiciones ilimitadas, ¡pero cuán poco devuelven al Dador! Que los que son peregrinos y extranjeros en esta tierra, envíen sus tesoros delante de ellos a la patria celestial en forma de donativos tan necesarios que deben ir a la tesorería del Señor.—The Review and Herald, 18 de diciembre de 1888. CMC 159.2