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Una fuente de fuerza 3JT 192

No os acongojéis. Mirando las apariencias, quejándoos cuando se presentan dificultades, dais pruebas de una fe débil y enfermiza. Por vuestras palabras y acciones, demostrad, al contrario, que vuestra fe es invencible. El Señor posee recursos innumerables. El mundo entero le pertenece. Mirad a Aquel que posee luz, potencia y capacidad. El bendecirá a todos aquellos que traten de comunicar luz y amor. 3JT 192.3

El Señor desea que todos comprendan que su prosperidad está escondida con él en Cristo; que depende de su humildad, mansedumbre, obediencia sin reservas y devoción. Cuando hayan aprendido la lección que el gran Maestro enseña, cuando sepan morir a sí mismos y no poner nunca su confianza en el hombre, entonces, cuando le invoquen, el Señor será para ellos auxilio eficaz en cada dificultad. El dirigirá su juicio. Estará a su diestra para aconsejarles y les dirá: “Este es el camino, andad por él.” 3JT 192.4

Hablen de fe y valor a los obreros los hermanos que ocupan puestos de responsabilidad. Echad vuestra red a la derecha del barco, es decir, del lado de la fe. Mientras dura el tiempo de gracia, mostrad lo que puede realizar una iglesia consagrada y viva. 3JT 193.1