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La vida al aire libre, 12 de junio HHD 172

¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus beneficios. Salmos 104:24. HHD 172.1

De la vida al aire libre obtendrán los hombres, las mujeres y los niños, el deseo de ser puros y sin engaño. Gracias a la influencia de las propiedades vivificadoras de la gran fuente de recursos de la naturaleza, las funciones del cuerpo se fortalecerán, se despertará el intelecto, se vivificará la imaginación y se regocijará el espíritu. La mente estará preparada para apreciar las bellezas de la Palabra de Dios.—Manuscrito 153, 1903. HHD 172.2

El aire puro contiene salud y vida. Al respirarlo, tiene un efecto vigorizador sobre todo el organismo.—Ibid. 25. HHD 172.3

La belleza de la naturaleza, por sí misma, aparta el alma del pecado y de las atracciones mundanas, y la lleva hacia la pureza, la paz y Dios. HHD 172.4

Por esta razón, el cultivo del suelo es un buen trabajo para los niños y jóvenes. Los pone en contacto directo con la naturaleza y el Dios de ella... Será especialmente valioso para los niños y los jóvenes nerviosos... Hay salud y felicidad para ellos en el estudio de la naturaleza, y las impresiones hechas no se desvanecerán de su mente, porque quedarán asociadas con objetos que están continuamente delante de sus ojos. HHD 172.5

En el mundo natural, Dios ha puesto en las manos de los hijos de los hombres la llave que ha de abrir el alfolí de su Palabra. Lo invisible queda ilustrado por lo que se ve; la sabiduría divina, la verdad eterna y la gracia infinita se entienden por las cosas que Dios ha hecho... Dios ha hecho hermoso este mundo porque se deleita en nuestra felicidad.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 179. HHD 172.6