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Alabando a Dios con música perfecta y melodiosa EUD 252

Habrá allí música y canto tales como, salvo en las visiones de Dios, ningún mortal ha oído ni concebido ninguna mente [...]. EUD 252.1

El canto que cantarán los redimidos, el canto de su experiencia, declarará la gloria de Dios: “¡Grandes y maravillosas son tus obras, oh Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, oh Rey de los siglos! ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? porque tú solo eres santo”. Apocalipsis 15:3-4 (VM).—La Educación, 308-308 (1903). EUD 252.2

Hay un ángel que siempre guía, que toca primero el arpa y da el tono; luego todos se unen para producir la rica y perfecta música del cielo. Es indescriptible esa melodía celestial y divina.—Joyas de los Testimonios 1:46 (1857). EUD 252.3

No como varón de dolores, sino como glorioso y triunfante rey estará sobre el monte de las Olivas mientras que los aleluyas hebreos se mezclen con los hosannas gentiles, y las voces de la grande hueste de los redimidos hagan resonar esta aclamación: Coronadle Señor de todos.—El Deseado de Todas las Gentes, 769-770 (1898). EUD 252.4