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Un llamamiento a revivir el interés CE 8

Se me recuerda constantemente la importancia del colportaje. Últimamente no se le ha infundido a esta obra la vida que le dieron una vez los agentes que hicieron de ella su especialidad. Se sacó a los colportores de su obra evangelizadora para que se dedicasen a otros trabajos. Esto no es como debiera ser. Muchos de nuestros colportores, si estuviesen verdaderamente convertidos y consagrados, podrían hacer más en este ramo que en cualquier otro en cuanto a presentar a la gente la verdad para este tiempo. CE 8.3

La Palabra de Dios nos muestra que el fin se acerca. Hay que amonestar al mundo, y como nunca antes debemos trabajar para Cristo. Se nos ha confiado la obra de amonestación. Debemos ser conductos de luz para el mundo e impartir a otros la luz que recibimos del gran Portaluz. Serán probadas las palabras y las obras de todos los hombres. No nos rezaguemos ahora. Lo que debe hacerse para amonestar al mundo se ha de hacer sin dilación. No se deje languidecer la obra del colportaje. Preséntense a tantas personas como se pueda los libros que contienen la luz sobre la verdad presente.—Joyas de los Testimonios 2:545 (1900). CE 8.4