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Una apelación a ejercer más simpatía MM 193

El médico cristiano es un ministro del orden más elevado. Es un misionero. Los que por medio de su habilidad y fidelidad, de su esfuerzo dedicado y por la sabiduría proveniente de Dios pueden aliviar el dolor corporal, se colocan en una relación tal con sus pacientes que pueden guiarlos al Gran Sanador del alma, quien puede decir: “Tus pecados te son perdonados”. MM 193.1