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Las obras del ministerio MM 348

Digo a los maestros de nuestras escuelas, a los ministros, médicos y enfermeros: si quisierais, tendríais éxito en revelar las verdades del mensaje del tercer ángel. Esto no se logrará meramente predicando la Palabra, sino por las acciones de un ministerio de amor. Es el espíritu de la Palabra lo que necesitamos urgentemente. Los que tienen el Espíritu de Cristo harán sus obras. MM 348.3

Se me ha instruido a guiar a nuestro pueblo al capítulo 58 de Isaías. Leed detenidamente este capítulo para que comprendáis la clase de ministerio que comunicará vida a las iglesias. La obra del evangelio debe avanzar mediante nuestra liberalidad tanto como por nuestras acciones. Cuando encontréis almas dolientes que necesiten ayuda, dádsela. Cuando halléis a hambrientos, alimentadlos. Al hacer esto estaréis obrando a semejanza del ministerio de Cristo. La santa obra del Maestro fue una labor benévola. Que en todas partes se aliente a nuestro pueblo a tener una parte en ella.—Manuscrito 7, 1908. MM 348.4