Go to full page →

Una iglesia viva MM 421

Cuando nuestras iglesias cumplan el deber que pesa sobre ellas, serán agencias vivas y activas para el Maestro. La manifestación del amor cristiano llenará el alma con un fervor profundo y más ferviente para trabajar en favor de Aquel que dio su vida para salvar al mundo. Siendo buenos y haciendo el bien los seguidores de Cristo expulsan el egoísmo del alma. A ellos, el sacrificio más costoso les parece demasiado barato para ofrendarlo. Ven una gran viña en la cual trabajar, y comprenden que deben prepararse por la gracia divina para laborar en forma paciente y dedicada, a tiempo y fuera de tiempo, en una esfera que no conoce límites. Obtienen victoria tras victoria, creciendo en experiencia y eficiencia, extendiendo en todas partes sus esfuerzos fervorosos por ganar almas para Cristo. Utilizan su experiencia creciente para lograr el máximo bien; tienen el corazón derretido por el amor de Cristo. MM 421.3