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Sin excusa MM 54

Usted no tiene excusa para vivir una vida no cristiana. Cristo vino a este mundo, sujeto a la voluntad de su Padre, con un propósito sumamente importante: mostrar a los hombres y las mujeres lo que Dios desea que sean y lo que por su gracia pueden llegar a ser. Vino para mostrar a los seres humanos cómo es un carácter a la semejanza del cielo. MM 54.1

Pero la intención de esta carta no es condenarlo, sino animarlo a que aparte la vista de los ejemplos pecaminosos y en cambio la fije en el Ejemplo perfecto, y dirigir su atención hacia la senda de paz y santidad. El misericordioso amor de Dios continúa siendo para usted. Pero él desea que adopte un sistema de vida mejor que el que ha tenido en el pasado. Esto no lo conseguirá manteniendo la vista fija en la vida de personas defectuosas, de quienes pretenden ser cristianos, sino contemplando a Cristo, el Enviado de Dios, quien en este mundo y en su naturaleza humana vivió una vida pura, noble y perfecta, estableciendo así un ejemplo que todos pueden seguir con seguridad. MM 54.2

El Señor le está extendiendo la mano para salvarlo. Anhelo ver que usted responda a su invitación: “¿O forzará alguien mi fortaleza? Haga conmigo paz; sí, haga paz conmigo”. MM 54.3

Ha habido muchas cosas que lo han tentado a que vacile en su fidelidad a la verdad, pero el Salvador ha estado dispuesto a guiarlo en cada paso. Dios reclama como sus ayudadores a hombres jóvenes. Samuel era tan sólo un niño cuando el Señor lo usó para efectuar una obra buena y misericordiosa... MM 54.4