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Disciplinemos la mente a que preste atención durante la oración Or 257

La oración diaria es algo esencial para el crecimiento en la gracia, aun para la vida espiritual misma, como lo es el alimento temporal para el bienestar físico. Debemos acostumbrarnos a elevar los pensamientos a menudo a Dios en oración. Si la mente divaga, debemos volverla de nuevo; por un esfuerzo perseverante, el hábito por fin se impone como algo fácil.—Reflejemos a Jesús, 92. Or 257.2