Go to full page →

La esposa, ayuda idónea para el esposo 1MCP 167

Dios mismo dio a Adán una compañera. Le proveyó de una “ayuda idónea para él” (Génesis 2:18), alguien que realmente le correspondía, una persona digna y apropiada para ser su compañera y que podría ser una sola carne con él en amor y compañerismo. Eva fue creada de una costilla tomada del costado de Adán; este hecho significa que ella no debía dominarlo como cabeza, ni tampoco debía ser humillada y hollada bajo sus plantas como un ser inferior, más bien debía estar a su lado como su igual, para ser amada y protegida por él. Siendo parte del hombre, hueso de sus huesos y carne de su carne, era ella su segundo yo; y quedaba en evidencia la unión íntima y afectuosa que debía existir en esta relación.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 26, 27 (1890). 1MCP 167.4