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El estudio y la vida práctica 1MCP 202

No es bueno saturar la mente con una clase de estudios que requiere intenso esfuerzo y gran dedicación pero que no se podrá usar en la vida práctica. Una educación de esta clase será una pérdida para el estudiante, pues estos estudios quitan el deseo y la inclinación por los estudios que lo prepararían para ser útil y lo capacitarían para cumplir las responsabilidades que le fueron asignadas como colaborador con Dios para socorrer a los que debería ayudar, por precepto y por ejemplo, a obtener la inmortalidad.—Manuscrito 15, 1898. 1MCP 202.3