La ropa es un indicador de lo que hay en la mente y en el corazón. Lo que se pone exteriormente es un signo de lo que hay interiormente. No se requiere capacidad intelectual ni una mente educada para vestirse en forma exagerada. El mismo hecho de que la mujer puede poner sobre su cuerpo tal cantidad de artículos de vestir innecesarios muestra que no pueden tener tiempo para desarrollar su intelecto y almacenar en su mente conocimientos útiles.—Manuscrito 76, 1900. 1MCP 290.3