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Ir en contra de la conciencia es un peligro terrible 1MCP 318

Día tras día hombres y mujeres están decidiendo su destino eterno. Se me ha mostrado que muchos de ellos están en grave peligro. Cuando un hombre hará o dirá cualquier cosa para lograr sus fines, nada sino el poder de Dios puede salvarlo. Su carácter necesita ser transformado antes que pueda tener una buena conciencia, libre de ofensas hacia Dios y los hombres. El yo debe morir y Cristo debe tomar posesión del templo del alma. Cuando, por el rechazo de la luz que Dios ha dado, los hombres abusan de su conciencia y la pisotean, están en terrible peligro. Su futuro bienestar eterno está en peligro.—Carta 162, 1903. 1MCP 318.2