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El amor de Jesús llena el alma con una atmósfera fragante 1MCP 48

Las almas de aquellos que aman a Jesús estarán rodeadas de una atmósfera pura y fragante. Hay quienes ocultan el hambre de su alma. Estos serán grandemente ayudados por una palabra tierna o un recuerdo bondadoso. Los dones celestiales, derramados abundante y ricamente por Dios, a su vez deben ser derramados por nosotros sobre todos los que se hallan en la esfera de nuestra influencia. Así revelamos un amor que es nacido del cielo, el cual aumentará a medida que lo usemos abundantemente para bendecir a otros. Así glorificamos a Dios.—Nuestra Elavada Vocacion, 233 (1899). 1MCP 48.1