El trabajo físico no impedirá el desarrollo de la inteligencia. Lejos de ello, las ventajas obtenidas por el trabajo físico servirán de contrapeso a una persona e impedirán que la mente sea recargada. La fatiga recaerá sobre los músculos y aliviará al cerebro cansado. Hay muchas jovencitas inquietas e inútiles que consideran poco femenino el ocuparse en el trabajo activo. Pero sus caracteres son demasiado transparentes para engañar a personas sensatas con respecto a su inutilidad [...]. 1MCP 127.2
Ser señorita no significa ser frágil, desvalida, estar sobrecargada de adornos y reír tontamente. Se necesita más bien un cuerpo sano para tener una inteligencia sana. La salud física y un conocimiento práctico de todos los deberes domésticos necesarios, jamás constituirán un obstáculo para una inteligencia bien desarrollada; ambos son altamente importantes para una señorita.—EC 31 (1872). 1MCP 127.3