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Las contiendas crean problemas 2MCP 146

Como familia, podemos ser felices o desgraciados. Eso depende de nosotros. Nuestra propia conducta determinará el futuro. Ambos cónyuges necesitan suavizar las aristas de sus caracteres, y pronunciar solo palabras de las que no tengan que avergonzarse en el día de Dios [...]. Pueden llegar a discutir acerca de cosas que no valen la pena, y como resultado de ello tendrán problemas. La senda de los rectos es de paz. Es tan llana que el hombre humilde, temeroso de Dios, puede caminar por ella sin tropezar y sin desviarse. Es estrecha; pero personas de diferentes temperamentos pueden caminar juntos por ella, si siguen al Capitán de su salvación.—Testimonies for the Church 4:502, 503 (1880). 2MCP 146.5