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Ubiquémonos por encima del dolor 2MCP 158

Muchas veces los enfermos pueden resistir la enfermedad, negándose sencillamente a rendirse al dolor o a permanecer inactivos. Sobrepónganse a sus dolencias y emprendan alguna ocupación provechosa adecuada a la fuerza. Mediante esta ocupación y el libre uso de aire y sol, muchos enfermos demacrados podrían recuperar salud y fuerza.—El Ministerio de Curación, 190 (1905). 2MCP 158.6