Go to full page →

El mundo aborreció a Cristo porque era diferente 2MCP 172

La diferencia entre el carácter de Cristo y el de los otros hombres de su época era perfectamente perceptible, y por causa de esa diferencia el mundo lo aborreció. Lo odiaba por su bondad y su estricta integridad. Y Cristo declaró que quienes manifestaran esos mismos atributos, también serían aborrecidos. A medida que nos acerquemos al fin del tiempo, el odio hacia los seguidores de Cristo será cada vez más evidente. 2MCP 172.2

Jesús tomó la naturaleza humana y soportó el rechazo del mundo para demostrar a los hombres y las mujeres que pueden vivir sin pecado, para que sus palabras, sus actos y su actitud pudieran ser santificados por Dios. Podemos ser cristianos perfectos si manifestamos este poder en nuestras vidas. Cuando la luz del cielo repose sobre nosotros continuamente, representaremos a Cristo. La luz de la justicia revelada en su vida, distinguió a Jesús del mundo, y suscitó su odio.—Manuscrito 97, 1909. 2MCP 172.3