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No es asunto de impulso 2MCP 180

Muchos pasan largos años en las tinieblas y la duda, debido a que no sienten como quieren. Pero el sentimiento no tiene nada que ver con la fe. Esa fe que obra por el amor y purifica el alma no es cuestión de impulso. Se arriesga a salir, basada en las promesas de Dios, creyendo firmemente que lo que él ha dicho es capaz de realizarlo. Nuestras almas deben ser enseñadas a creer, a confiar en la Palabra de Dios. Esa palabra declara que “el justo vivirá por la fe” (Romanos 1:17), y no por el sentimiento.—Nuestra Elavada Vocacion, 121 (1897). 2MCP 180.5