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Hagamos las tareas diarias con alegría 2MCP 246

Algunos creen que las riquezas y la ociosidad son bendiciones en sí mismas; pero los que siempre están ocupados y cumplen gozosamente sus tareas cotidianas, son los más dichosos y gozan de mejor salud que nadie. El cansancio que resulta del trabajo bien organizado les asegura los beneficios de un sueño reparador. La sentencia de que el hombre ha de trabajar para ganarse el pan de cada día y la promesa de felicidad y gloria futuras, provienen del mismo trono, y ambas son bendiciones.—MeM 172 (1901). 2MCP 246.2