Go to full page →

La disposición lúgubre socava la eficiencia del maestro 2MCP 261

Más que nadie, el encargado de educar a los jóvenes debe precaverse contra el ceder a una disposición sombría o lóbrega; porque ella le impedirá simpatizar con sus alumnos, y sin simpatía no puede beneficiarlos. No debemos oscurecer nuestra propia senda o la ajena con la sombra de nuestras pruebas. Tenemos un Salvador a quien recurrir, en cuyo oído compasivo podemos volcar toda queja. Podemos confiarle todos nuestros cuidados y preocupaciones, y entonces nuestra labor no parecerá difícil ni severas nuestras pruebas.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 221, 222 (1913). 2MCP 261.3