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Tengamos paciencia unos con otros 2MCP 275

Hemos de soportarnos unos a otros y no exagerar nuestros errores. Tengamos compasión por quienes la necesitan, y establezcamos con ellos una diferencia; a otros salvémoslos con temor, sacándolos de en medio del fuego. No todos pueden soportar la misma rígida disciplina. No todos pueden ser sometidos a las ideas que los demás tienen acerca del deber. Hay que dar lugar a las diferencias de temperamento y mentalidad. Dios sabe cómo tratar con nosotros. Pero mi corazón se ha condolido al ver cómo trata un hermano a otro hermano, y la disposición a sorprenderlo en sus palabras, y a convertir a un hombre en ofensor sobre la base de una sola palabra [...]. 2MCP 275.6

Es ya tiempo de que todos actuemos, y no nos detengamos a medir la parte de equivocación que hay en los demás, sino a escudriñar nuestro propio corazón, confesar nuestros propios errores, y dejar a nuestros hermanos en las manos del Señor. Tenemos que responder solo por nuestros errores; y mientras vigilamos estrechamente para eliminar las malezas del jardín de nuestro hermano, las venenosas están creciendo fuertes y a su gusto en nuestro propio jardín. Que cada uno trabaje para guardar su propia alma, y para tener una disposición feliz, alegre y tolerante en la casa, y todo saldrá bien.—Carta 12, 1863. 2MCP 276.1