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El ataque como defensa 2MCP 281

Que nadie trate de cubrir sus propios pecados mediante la revelación de los errores de otros. Dios no nos ha encomendado esta tarea. Debemos dejar que los demás humillen sus propios corazones para que puedan llegar a la luz del conocimiento de Dios.—Manuscrito 56, 1904. 2MCP 281.3