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Conciencia limpia y aprobación de Dios versus pasiones naturales y corazón carnal 2MCP 290

¿De qué bien nos privaría Dios? Nos privaría de entregarnos a las pasiones naturales y al corazón carnal. No podemos enojarnos cuando agradamos al Señor y conservamos su aprobación y una conciencia limpia delante de él. Pero, ¿no estamos dispuestos a abandonar todo esto? ¿Seremos más felices si cedemos a las pasiones corrompidas? Se nos imponen restricciones precisamente para que no sea así. 2MCP 290.3

No disfrutaremos más si nos enojamos y cultivamos un carácter perverso. No fomentará nuestra felicidad el que nos dejemos conducir por el corazón natural. Y, ¿seremos mejores si nos entregamos a estas cosas? No; envolverán con sus sombras nuestros hogares, y cubrirán con un manto nuestra felicidad. Si cedemos ante nuestros apetitos naturales solo lograremos perjudicar nuestro cuerpo y destruir nuestro organismo. Por eso el Señor quiere que le pongamos freno al apetito, controlemos las pasiones y tengamos en sujeción la totalidad del ser. Y nos ha prometido fuerza si nos dedicamos a esta tarea.—Testimonies for the Church 2:590, 591 (1871). 2MCP 290.4