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Las mentes naturales, no están motivadas por ideales nobles 2MCP 300

Si se le permite a la mente natural y egoísta seguir sus propios deseos pecaminosos, obrará sin motivos elevados, sin propender a la gloria de Dios, o al beneficio de la humanidad. Los pensamientos serán pecaminosos, única y continuamente pecaminosos [...]. El Espíritu de Dios produce una nueva vida en el alma, conduciendo los pensamientos y los deseos a la obediencia de la voluntad de Cristo.—Nuestra Elavada Vocacion, 115 (1888). 2MCP 300.1