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Como la flor que gira hacia el sol 2MCP 311

Extiéndase y elévese el alma para que Dios pueda concedernos respirar la atmósfera celestial. Podemos mantenernos tan cerca de Dios que en cualquier prueba inesperada nuestros pensamientos se vuelvan a él tan naturalmente como la flor se vuelve al sol.—El Camino a Cristo, 100 (1892). 2MCP 311.4