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Liberación del pecado y curación de la enfermedad están relacionadas 2MCP 325

En el ministerio de curación, el médico ha de ser colaborador de Cristo. El Salvador asistía tanto al alma como al cuerpo. El evangelio que enseñó fue un mensaje de vida espiritual y de restauración física. La salvación del pecado y la curación de la enfermedad iban enlazadas. El mismo ministerio está encomendado al médico cristiano. Debe unirse con Cristo en la tarea de aliviar las necesidades físicas y espirituales del prójimo. Tiene que ser mensajero de misericordia para el enfermo, llevándole el remedio para su cuerpo desgastado y para su alma enferma de pecado.—El Ministerio de Curación, 75 (1905). 2MCP 325.4