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La conciencia y la individualidad no deben ser manipuladas 2MCP 348

En asuntos de conciencia, el alma debe ser dejada libre. Nadie debe dominar otra mente, juzgar por otro, o prescribirle su deber. Dios da a cada alma libertad para pensar y seguir sus propias convicciones. “De manera que cada uno de nosotros dará a Dios razón de sí”. Romanos 14:12. Nadie tiene el derecho de fundir su propia individualidad en la de otro. En los asuntos donde hay principios en juego “cada uno esté asegurado en su ánimo”. Romanos 14:5. En el reino de Cristo no hay opresión señoril ni imposición de costumbres. Los ángeles del cielo no vienen a la tierra para mandar y exigir homenaje, sino como mensajeros de misericordia, para cooperar con los hombres en la elevación de la humanidad.—El Deseado de Todas las Gentes, 505 (1898). 2MCP 348.2

Las mentes de los hombres no han de ser manipuladas, ni enjaezadas, ni dirigidas por manos humanas.—Manuscrito 43, 1895. 2MCP 348.3