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Experiencia de la autora con el hipnotismo 2MCP 358

Pronto se difundió [en 1845] que las visiones eran resultado del mesmerismo, y muchos de entre los adventistas [que no habían aceptado el sábado] estuvieron dispuestos a creerlo y a hacer circular el rumor. Un médico, que era un célebre mesmerizador, dijo que mis visiones eran mesmerismo, que yo era una persona muy dócil y que él podía mesmerizarme y darme una visión. 2MCP 358.3

Le respondí que el Señor me había mostrado en visión que el mesmerismo era del diablo, que provenía del abismo y que pronto volvería allí, junto con los que lo practicaran. 2MCP 358.4

Le di permiso para mesmerizarme si podía. Lo probó durante más de media hora, recurriendo a diferentes operaciones y finalmente renunció a la tentativa. Por la fe en Dios pude resistir su influencia, y esta no me afectó en lo más mínimo.—Primeros Escritos, 21 (1882). 2MCP 359.1