Go to full page →

La huella de lo divino 2MCP 367

No permitamos que el yo crezca tanto que todo el ser se contamine. Una sola filtración puede hundir un barco, y una falla en un eslabón puede romper la cadena. Así puede haber un rasgo de carácter heredado o cultivado que obre en el corazón y se convierta en palabras que causen una impresión para el mal que jamás se borrará. Que el carácter tenga la huella de lo divino manifestada en nobles declaraciones y en hechos rectos. Entonces, todo el universo celestial lo verá y dirá: Bien hecho, buen siervo fiel.—Carta 91, 1899. 2MCP 367.1