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Hablen acerca del poder de Dios 2MCP 397

Cuando se les pregunte cómo se sienten, no se pongan a pensar en cosas tristes que puedan decir para captar simpatía. No mencionen su falta de fe ni sus pesares y padecimientos. El tentador se deleita al oír tales cosas. Cuando hablan de temas lóbregos, glorifican al maligno. No debemos espaciarnos en el gran poder que tiene Satanás para vencernos. Muchas veces nos entregamos en sus manos con solo referirnos a su poder. 2MCP 397.3

Más bien conversemos del gran poder de Dios para unir todos nuestros intereses con los suyos. Contemos lo relativo al incomparable poder de Cristo, y hablemos de su gloria. El cielo entero se interesa por nuestra salvación. Los ángeles de Dios, que son miles de miles y millones de millones, tienen la misión de atender a los que han de ser herederos de la salvación. Nos guardan del mal y repelen las fuerzas de las tinieblas que procuran destruirnos. ¿No tenemos motivos de continuo agradecimiento, aun cuando haya aparentes dificultades en nuestro camino?—El Ministerio de Curación, 195, 196 (1905). 2MCP 397.4