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La comida y las emociones 2MCP 399

Aprendan de ustedes mismos lo que deben comer y qué clase de alimentos nutren mejor el cuerpo, y luego sigan los dictados de la razón y de la conciencia. A la hora de comer, desechen la congoja y las preocupaciones. No estén apresurados, sino lentamente y con alegría, con el corazón lleno de gratitud hacia Dios por todas sus bendiciones. Y no se dediquen a la labor cerebral inmediatamente después de una comida. Hagan una moderada cantidad de ejercicio, y den un poco de tiempo al estómago para empezar su trabajo.—Obreros Evangélicos, 256 (1892). 2MCP 399.1