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Todo forma parte de un conjunto perfecto 2MCP 20

Se nos representa a todos como miembros del cuerpo, unidos en Cristo. En este cuerpo hay varios miembros, y un miembro no puede desempeñar la misma función de otro [...]. Pero todos estos órganos son necesarios para la perfección del conjunto, y actúan en hermosa armonía unos con otros. Las manos tienen su tarea, y los pies la suya. Uno no debe decir al otro: “Tú eres inferior a mí”; las manos no deben decirles a los pies: “No los necesitamos”; sino que todos deben estar unidos al cuerpo para llevar a cabo su tarea específica y se los debe respetar por igual, puesto que trabajan para la comodidad y la utilidad del conjunto perfecto.—Testimonies for the Church 4:128 (1876). 2MCP 20.2