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Los tratos de Dios son claros 2MCP 126

Pero al mismo tiempo no quiere que nos engañemos. Él no nos dice: “No temas; no hay peligro en tu camino”. Él sabe que hay pruebas y peligros, y nos lo ha manifestado abiertamente. Él no ofrece quitar a su pueblo de en medio de este mundo de pecado y maldad, sino que le presenta un refugio que nunca falla. Su oración por los discípulos fue: “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal”. “En el mundo—dice—tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo”. Juan 17:15; 16:33.—El Camino a Cristo, 124 (1892). 2MCP 126.1