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No pensemos en cosas desagradables 2MCP 136

Cuando vemos la iniquidad que nos rodea nos sentimos contentos de que él sea nuestro Salvador, y de que nosotros seamos sus hijos. Entonces, ¿tenemos que contemplar la iniquidad que nos rodea y espaciarnos en el lado oscuro de las cosas? No podemos mejorar esta situación; por lo tanto, hablemos de algo más elevado, mejor y más noble [...]. 2MCP 136.3

Podemos ir a un sótano y quedarnos allí para observar sus rincones más oscuros, y podemos hablar acerca de la oscuridad y decir: “Oh, qué oscuro está aquí”, y seguir hablando acerca de ello. Pero, ¿logramos con eso que haya más luz? ¡Claro que no! ¿Qué haremos? Salir de allí; salir de la oscuridad para ir a la habitación del piso superior donde la luz del rostro de Dios brilla con todo su esplendor. 2MCP 137.1

Nuestros cuerpos están compuestos por el alimento que asimilamos. Lo mismo nuestras mentes. Si tenemos una mente que se espacia en las cosas desagradables de la vida, no tendremos esperanza; pero nosotros queremos concentrarnos en las escenas alegres del cielo. Dijo Pablo: “Esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria”. 2 Corintios 4:17.—Manuscrito 7, 1888. 2MCP 137.2