Go to full page →

Dios enfrenta el desafío de Satanás VAAn 44

En los concilios celestiales se decidió que los principios con los cuales se actuaría no destruirían en el acto el poder de Satanás. El propósito de Dios era colocar todas las cosas en una base de eterna seguridad. Se debía dar tiempo a Satanás para que desarrollase los principios que serían el fundamento de su gobierno. El universo celestial debía contemplar el resultado de esos postulados que Satanás consideraba superiores a los de Dios. El sistema de Dios debía ser contrastado con el sistema de Satanás. Los principios corruptos del gobierno de Satanás debían ser revelados. Debía demostrarse que los principios de justicia expresados en la ley de Dios son perfectos, inmutables y eternos.—The Review and Herald, 7 de septiembre de 1897. VAAn 44.1

Los ángeles leales se apresuraron a llegar hasta el Hijo de Dios y le comunicaron lo que ocurría entre los ángeles. Encontraron al Padre en consulta con su amado Hijo para determinar los medios por los cuales, por el bien de los ángeles leales, pondrían fin para siempre a la autoridad que había asumido Satanás. El gran Dios podría haber expulsado inmediatamente del cielo a este archiengañador, pero ese no era su propósito. Daría a los rebeldes una justa oportunidad para que midieran su fuerza con su propio Hijo y sus ángeles leales. En esa batalla cada ángel elegiría su propio bando y lo pondría de manifiesto ante todos.—La Historia de la Redención, 17. VAAn 44.2