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Nuestro gran ejemplo, 20 de febrero NEV 59

Por tanto, hermanos santos, participantes de la vocación celestial, considerad al Apóstol y Pontífice de nuestra profesión Cristo Jesús. Hebreos 3:1. NEV 59.1

Os presento al gran Ejemplo. ... El hizo frente y resistió a las tentaciones de Satanás, tanto como cualquiera de los hijos de la humanidad. Únicamente en ese sentido podía ser un perfecto ejemplo para el hombre. Se sujetó a la humanidad, para relacionarse con todas las tentaciones que asediaban al hombre. Tomó sobre él las debilidades, y llevó las tristezas de los hijos de Adán. NEV 59.2

Fué “hecho semejante a los hermanos”. Hebreos 2:17. Experimentó el gozo y la aflicción, tal como ellos. Su cuerpo fué susceptible al cansancio, tal como el vuestro. Su mente, como la vuestra, pudo ser atormentada y quedar perpleja. Si vosotros tenéis dificultades, también él las tuvo. Satanás pudo tentarlo, sus enemigos pudieron disgustarlo. Los poderes gobernantes pudieron torturar su cuerpo, los soldados pudieron crucificarlo; y ellos no pueden hacer más con nosotros. Jesús estuvo expuesto a penalidades, a los conflictos y a las tentaciones, tal como los hombres. Se convirtió en el Capitán de nuestra salvación, a través del sufrimiento. El pudo llevar su carga mejor que nosotros, porque la llevó sin quejarse, sin impaciencia, sin incredulidad, sin desconsolarse; pero esto no significa que lo haya sentido menos que cualquiera de los sufrientes hijos de Adán. ... NEV 59.3

El período de su infancia y juventud, fué comparativamente oscuro, pero de la mayor importancia. Se mantuvo en esta oscuridad echando los fundamentos de una firme constitución y de una mente vigorosa. “El niño crecía, y se fortalecía en espíritu”. Lucas 1:80. Jesús no nos ha sido presentado como un hombre encorvado por la edad, viajando por las colinas de Judea. Tenía la fortaleza de su virilidad. Una vez, Jesús tuvo la edad que Ud. tiene ahora.*Este es un extracto de una carta escrita a un joven. Jesús pasó por las circunstancias por las que Ud. pasa ahora. Tuvo los pensamientos que Ud. tiene en este período de su vida, y él no puede pasarlo por alto a Ud. en este período crítico. El ve los peligros que Ud. corre. Está relacionado con sus tentaciones, y lo invita a seguir su ejemplo.—Carta 17, 1878, pp. 4, 5. NEV 59.4