Go to full page →

¿Qué haces aquí? SC 227

Mucho depende de la actividad incesante de los que son fieles y leales; y por esta razón Satanás hace cuanto puede para impedir que el propósito divino sea realizado mediante los obedientes. Induce a algunos a olvidar su alta y santa misión y a hallar satisfacción en los placeres de esta vida. Los mueve a buscar la comodidad, o a dejar los lugares donde podrían ser una potencia para el bien y a preferir los que les ofrezcan mayores ventajas mundanales. A otros los induce a huir de su deber, desalentados por la oposición o la persecución. Pero todos los tales son considerados por el cielo con la más tierna compasión. A todo hijo de Dios cuya voz el enemigo de las almas ha logrado silenciar, se le dirige la pregunta: “¿Qué haces aquí?” Te ordené que fueses a todo el mundo y predicases el Evangelio, a fin de preparar a un pueblo para el día de Dios. ¿Por qué estás aquí? ¿Quién te envió?—La Historia de Profetas y Reyes, 126, 127. SC 227.1

A las familias, tanto como a los individuos, se pregunta: “¿Qué haces aquí?” En muchas iglesias hay familias bien instruidas en las verdades de la Palabra de Dios, que podrían ampliar la esfera de su influencia trasladándose a lugares donde se necesita el ministerio que ellas son capaces de cumplir.—La Historia de Profetas y Reyes, 127. SC 227.2